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SECCIÓN: Reconociéndonos |
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![]() TERAPIA DE VIDAS PASADAS, UNA VISIÓN SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE A veces parece que la vida y la muerte no son más que las dos caras de una misma moneda. Son como el mar con sus olas que llegan y parten en la orilla. Allí entregan y se entregan. Allí reciben de la playa los tesoros que ella tiene para dar. Finalmente las olas parten una vez mas hacia el mar, hacia su inmensidad, y se mezclan con el todo. Parten para volver a casa, al lugar del cual vinieron. Nosotros también un día partimos hacia la vida para dar y recibir y a medida que vamos marcando nuestra huella, la vida nos va dando sus tesoros de sabiduría, experiencia y aprendizaje. Nuestra alma lleva dos alforjas: una para dar y otra para recibir y cuanto más vaciamos la una, más se llena la otra. Finalmente un día partimos con nuestra alforja de recibir repleta de tesoros de sabiduría para retornar al mar de la inmensidad, a casa. Nunca estamos solos. Ni en la vida, donde somos recibidos por alguien que está dispuesto a acompañarnos y a protegernos, ni en la muerte, donde siempre nos esperan nuestros Maestros. Cada vez que podemos revivir una muerte en vidas pasadas mediante una regresión, no hacemos más que comprender que la muerte es sólo una experiencia dentro de la vida inmortal de nuestra alma. A veces morir era un suave dejarse ir, lleno de luz y con una infinita paz. Otras veces la muerte sobrevino como el final de una experiencia traumática, llena de dolor y miedo, hasta que el alma se despojaba lentamente del cuerpo como quitándose una ropa vieja y gastada. Lo maravilloso es que no importa lo que fuimos en esas vidas, si morimos llenos de culpa, odio, confusión, desilusión o cualquier otro sentimiento negativo. Mas allá de todas las circunstancias, siempre estaba esperándonos la luz, iluminando el camino a casa. Finalmente comprendemos que morir es sólo quitarse un disfraz para dejar al descubierto la magnificencia del Alma. La muerte es la que le da sentido a la vida y también es la liberación de las ataduras impuestas por el plano material. La vida es la escuela en la que aprendemos y hay que venir a clases porque sólo aquí podemos vivenciar físicamente lo que en teoría ya sabemos. Para que ya no le temamos a la muerte, para que nadie quede atrapado en la confusión, es necesario comprender que morir es solamente volver a casa. No obstante lo dicho, para la mayoría de las personas, la muerte es un tabú y a no pocas personas les produce terror el sólo pensar en su propia muerte. Es natural, tememos a lo que desconocemos y de la muerte es muy poco lo que se sabe y además cuesta creer lo que nos cuentan sobre el tema ya que no podemos experimentarlo y volver. Sin embargo, hay muchas cosas que no hemos experimentado y no obstante creemos en ellas. Por ejemplo, son muy pocos los que han ido al espacio y disfrutado de la ingravidez. La mayoría de nosotros no lo hemos hecho nunca y aún así no dudamos de que se puede flotar en ese lugar. El afrontar la muerte con serenidad y confianza es una cuestión fundamentalmente cultural. Por ejemplo, los tibetanos se preparan toda la vida para morir y es por ello que no le temen. Además son los que más saben sobre este tema y lo afrontan con total naturalidad. Algo parecido sucede en la India, Pakistán y en Oriente en General. Partiendo del concepto de la inmortalidad del alma, debemos decir que muchas veces quedan registros de experiencias que corresponden a otras vidas e incluso los que son de esta vida y que no están instalados en nuestra memoria consciente. Por ejemplo algo que sucedió durante el nacimiento o a una edad temprana. Estos registros que permanecen en el subconsciente, pueden estar afectando, manifestando síntomas que aparecen ante una determinada situación o en un momento de nuestra vida y que generalmente son muy perturbadores. Para tratar estas patologías ciertamente desconcertantes, existen muchas técnicas y una de ellas es la Terapia de Vidas Pasadas. Veamos como funciona una sesión de TVP Mariana llega a la consulta, intrigada y llena de curiosidad, con síntomas evidentes de estar sufriendo ataques de pánico de origen desconocido. A lo largo de la entrevista previa a la sesión, aparecen algunos indicios de los cuales el terapeuta puede valerse para ayudarla a llegar al origen real, a la causa primera que produce esta sintomatología tan perturbadora e invalidante. A partir de un síntoma físico concreto, Mariana fue invitada a sentir y a percibirlo con total realismo. Al "provocar" esa sensación, ella pudo regresar al momento y al lugar en el que se inició todo esto y de esa forma comenzó a revivirlo. Una vez que se instaló en la experiencia, los sucesos se dieron en forma natural y con un increíble realismo en cuanto a detalles y coherencia del relato. Agotar la experiencia, sacar las conclusiones y revivir los aspectos más relevantes de esta vida, le permitieron a Mariana comprender que en realidad sus ataques de pánico se debían a que parte de su energía álmica continuaba instalada en esa experiencia ocurrida en una vida anterior. Al presentarse un escenario similar al pasado, el alma recuerda esa vivencia traumática que corresponde a otro tiempo y lugar y a continuación, automáticamente la traslada al físico, haciendo que se reviva una y otra vez la situación. La verdadera toma de conciencia que efectúa el alma, la conclusión y agotamiento de la experiencia de esa vida, la visión inequívoca de la muerte de ese cuerpo, el rescate y la elevación del Alma hacia la Luz, hicieron que el proceso se cumpliera en su totalidad, cerrando así ese capítulo con todas sus implicancias, dejando el lugar despejado para el comienzo de una nueva experiencia, despojada de las improntas del pasado. Lo más importante es que como consecuencia del trabajo realizado por Mariana, los ataques de pánico desaparecieron definitivamente. ![]() ![]() |
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